He recibido, el año pasado y el corriente, muchas consultas y abordado muchos casos referidos a los cambios en las conductas de nuestros perros desarrolladas por los nuevos hábitos de las personas referentes y el entorno familiar. Cambios en los horarios laborales presenciales, en burbuja, vía Zoom o cualquier otra modalidad. Momentos del día donde estábamos ausentes, el aislamiento nos obligó a quedarnos en casa, reorganizando nuestras actividades y con ellas, un nuevo funcionamiento en la Familia-Jauría. Voy a abordar solo una caracterización del “problema”, esto quiere decir que no es condición necesaria que suceda al pie de la letra, como más abajo lo menciono.
FIGURA DE APEGO
Cuando los animales son separados de su grupo es común para ellos experimentar respuestas emocionales. Los perros incluyen a la familia humana en su grupo social creando lazos individuales con sus miembros y en algunos casos, este apego puede ser fuente de problemas no deseados. Una de las causas incluye la SEPARACIÓN de la FIGURA DE APEGO cuando el perro se queda solo; y los refuerzos “tranquilizadores” por parte del responsable en los rituales de salida y llegada al hogar o peor aún, los castigos al volver y castigar las vocalizaciones o al llegar y encontrar los destrozos, son causantes de mayor ansiedad. Los indicadores más comunes son: masticación destructiva, rascado y ladrido excesivo, siendo el hiperapego aquel que voy a desarrollar.
Otros factores que pueden influir son:
– La predisposición hereditaria.
– Separación temprana de la madre por un destete precoz.
Según Pageat (2000) cuando los propietarios adoptan el cachorro pasan a ocupar el lugar de la madre natural y si establecen un vínculo afectivo muy intenso prolongan el vínculo maternal durante el resto de su vida por no producirse el desapego natural, estableciéndose un estado patológico de HIPERAPEGO. Causante para muchos autores (para otros no está demostrado como Overall 1997) de la crisis de ansiedad, cuando en el futuro se presenta la separación a aquel individuo no desapegado.
EN CASA: PERRO VELCRO.
Refiere principalmente al HIPERAPEGO mutuo, a la dependencia EXECIVA y recíproca entre el perro y el referente. Es aquel perro que quiere estar todo el tiempo al lado de la persona. Vale aclarar que no es condición necesaria; el perro velcro puede llegar a gestionar bien su ansiedad al momento de la separación (parcial o completa). Pero es un síntoma muy observado, por lo cual hay que tenerlo en cuenta y puede ser la antesala de un problema más grande.
– El perro te sigue de habitación en habitación (incluso al baño).
– Necesidad constante de estar cerca de vos y vice-versa.
– Siempre te está prestando atención y vos siempre le estás prestando atención a él.
– Cuando te levantas (del sillón, por ejemplo) inmediatamente se levanta para moverse contigo.
Son, tan solo, algunas recomendaciones generales a tener en cuenta. Dado que ya contamos con la experiencia del encierro 2020. No hagamos lo mismo esperando resultados diferentes.
Y recordá: Si el humano no cambia sus hábitos, el perro jamás lo hará.
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1 comentario en “El aislamiento también afecta a nuestros perros: “Vínculos tóxicos””
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