Bienvenido, ciudadano del mundo. Si estás aquí, es porque quieres tener más conocimientos con
respecto al poder. Porque seguramente escuchaste hablar muchas veces de esto, pero siempre de
manera vaga y superficial. Quizás estás aquí solamente por mera curiosidad de qué es lo que
puedes sacar.
El poder es un concepto controvertido, mirado tanto con bueno como con malos ojos. Ya sea con
buenas o con malas intenciones. Quiero que sepas que aquí se va a encarar al poder como una
herramienta para el bienestar de uno mismo y de la humanidad. Por lo tanto, es necesario que
mantengas tu mente abierta y receptiva para comprender un concepto distinto al que
normalmente se tiene del mismo.
No tengas miedo del poder. Saca de tu cabeza ese erróneo pensamiento de que el poder es malo y
que solo sirve para someter a los demás. Porque también sirve para buscar lo contrario.
Si quieres librarte de las personas que te someten, debes comprender el poder. Si quieres
potenciarte a ti mismo, tú NECESITAS poder. Si tú deseas una sociedad libre, tú debes darle poder
a aquellos que están sometidos ante una fuerza mayor.
Al contrario de lo que se podría pensar, este libro no está hecho para quitar libertades. Está hecho,
justamente, para que las personas de bien entiendan que deben ser poderosos para defenderse a
sí mismos y a su prójimo.
Este libro está hecho, justamente, para dar libertad.
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Es importante, antes de decir lo que sea, conocer exactamente a qué es lo que me refiero cuando
hablo de la palabra “poder”. Es muy probable que, si lo intentaras definir ahora con tus propias
palabras, te resultaría un significado muy abstracto de explicar.
Y la verdad es que no lo es. Para nada.
Para conocer un poco su origen, deben saber que la palabra “poder” está asociado al latín posse,
entendiéndose esta última como la capacidad para realizar lo que uno se propone.
El poder, así como lo escuchan, es eso. Es “qué puedo hacer yo”, “qué puede hacer él”.
De hecho, la palabra “poder” es una palabra que usamos todos los días sin darnos cuenta. Como,
por ejemplo:
-Che, ¿Qué podés hacerme un café?
-Me encantaría poder ser un jugador de fútbol estrella.
-Uh, perdón. No puedo ir. Mi novia no me deja.
Como verán, la palabra poder la usamos un montón de veces sin darnos cuenta. Y para que quede
más claro el significado de esta palabra, sin entrar en palabras extrañas en latín, les dejo esta
definición:
“El poder es la capacidad de HACER”.
Así de sencillo.
Por lo tanto, cuando se dice que alguien es “poderoso”, lo que se está diciendo en realidad es que
tiene la capacidad de hacer muchas cosas, y no tiene que ver necesariamente con la capacidad de
someter a los demás.
Si bien alguien poderoso tiene la capacidad de elegir dominar y pisotear a los menos poderosos,
eso es solo una fracción de lo que se puede hacer con el poder.
Y quiero que quede claro que “ser poderoso” no es solo para las personas ricas. El poder no es solo
para políticos o para empresarios millonarios. Quiero recordarte que el poder es universal. Está en
todos lados, incluso en tu día a día. Vos, sin darte cuenta, estás todos los días de tu vida ejerciendo
poder.
¿Quieres ver cómo? Aquí te dejo unos ejemplos muy sencillos:
-Ejemplo 1: Supongamos que yo y mi amigo Juan Carlos tenemos que mover una garrafa de 20
kilos. Yo, como soy un flaco escuálido de 54 kilos, al intentar cargarla me doy con que no tengo
fuerza y que no puedo moverla. Pero Juan Carlos, morrudo y de 1.80 de altura, no tiene ningún
problema en hacerlo. Ha levantado cosas más pesadas antes.
Podemos sacar la conclusión de que, en esta situación en concreto, él tiene más poder que yo.
Porque él PUEDE mover la garrafa, mientras que yo no.
-Ejemplo 2: Supongamos que Juan Carlos va caminando al lado mío por la calle y los dos vemos un
papel pegado en una vidriera. Sin embargo, Juan Carlos, como no sabe leer, no entiende lo que
dice el papel y, por lo tanto, lo ignora. Sin embargo, yo, que sí PUEDO leer, me llama la atención
este papelito, lo leo, entro al local y salgo con una hamburguesa gratis.
“¡Ey! ¿Dónde conseguiste eso?”, dice Juan Carlos.
“En ese local. El cartel decía “Hamburguesas gratis”, digo yo.
Lamentablemente, cuando Juan Carlos fue por su hamburguesa, ya se habían acabado.
En este caso, yo tuve más poder que Juan Carlos porque yo PODÍA leer. Mientras él no. Yo PUDE
aprovechar una oportunidad. Saber leer me dio poder. Este es un ejemplo tonto porque estoy
hablando de una hamburguesa. Pero imagina todo lo que se pierden las personas que son
incapaces de leer un libro, o un artículo, o una noticia, o unas instrucciones.
-Ejemplo 3: Incluso podemos ir a ejemplos más sencillos. Podemos imaginar que vos estás al frente
de una taza. Vos a esa taza PODÉS levantarla, PODÉS hacerla girar, PODÉS guardarla en una
alacena, lavarla, ponerle café adentro e incluso romperla. Como verás, el simple hecho de tener la
posibilidad de hacer lo que quieras sobre un objeto significa que ejerces PODER sobre él.
Como verás, el hecho de que tengas la capacidad de hacer, aunque sean cosas que creas sin
importancia, significa que tienes poder. Tienes que entender que en tu estado actual tu puedes
hacer muchas cosas. Y eso no es malo, de hecho, todo lo contrario. Si eres una persona de bien,
¿no es mejor que tuvieras más capacidad para hacer? ¿No sería mejor que tuvieras más poder?
¿Sería mejor, no?
Es probable que muchos de los que leen estén planteándose seriamente esa duda. ¿Será
realmente bueno que tenga demasiado poder? ¿Cómo sabré si estoy usando bien o mal mi poder?
Por tal motivo, creo que es de primera importancia hacerse la siguiente pregunta:
¿Para qué quiero tener poder? ¿Para qué quiero tener más capacidades para hacer?
Cada uno podrá tener sus propios motivos particulares para querer poder. Pero quiero que sepas
que en este libro he encarado al poder por algo que creo que es parte de la esencia del ser
humano: la libertad. Y es por eso mismo que quiero que te grabes lo siguiente.
El poder es libertad.
Pero quizás esto que te estoy comentando suena un poco abstracto. ¿Por qué el poder es
libertad? ¿Cómo hace el poder para volverme libre? Te mostraré un ejemplo:
Supongamos que ahora estoy yo con mi amigo Charly, que es una persona multimillonaria. Y las
personas con dinero como Charly son poderosas, porque el dinero da capacidad de hacer infinidad
de cosas. Y aquí lo verás:
Charly: Amigo Jorge, necesito que beses mis zapatos.
Jorge: Vos estás loco. Eso es humillante. Claro que no.
Charly: Si lo hacés, yo te pago estos 500 dólares.
En ese momento, Jorge, que no tenía ganas de besar los botines de su amigo Charly, acepta.
Porque Jorge no está bien económicamente y muy difícilmente vuelva a tener una oportunidad de
ganar 500 dólares por hacer algo sencillo. Y, al fin y al cabo, aunque resulte humillante, “por 500
dólares no es algo taaan humillante”.
Mi amigo Charly tiene poder, Jorge no lo tiene. Él no tiene capacidad de pagarle a Charly ni a nadie
para que bese sus pies.
“¿Y eso qué tiene que ver con la libertad?”
Es sencillo. Si bien Charly no ha obligado a Jorge a besar sus botines, Charly ejerció sobre Jorge el
poder del dinero. Y aunque Jorge tranquilamente podría haber rechazado la oferta, él se ha
doblegado porque su situación económica lo ameritaba. El poder del dinero de Charly no solo hizo
que Jorge hiciera algo que normalmente no haría, sino que le permitió ejercer poder sobre alguien
más débil económicamente. Charly logró que otra persona hiciera lo que él quería.
Sí, es un ejemplo poco casual, pero te hago una pregunta: ¿Cuántas veces decidiste quedarte en tu
trabajo de mierda porque era lo único que te daba dinero para comer? ¿Cuántas veces callaste tu
opinión y te reprimiste ante tus jefes por miedo a que te bajen el sueldo o que te quitaran el
trabajo? ¿Cuántas veces te humillaron y preferiste no actuar para evitar que te despidieran?
Claro está, no estás obligado a trabajar. Estás ahí por tu propia voluntad. Si quisieras, podrías ser
libre, salir y buscar otro empleo. Pero hasta que lo consigas, necesitas comer. Y sin dinero no hay
comida.
Por tu falta dinero, tu capacidad de hacer se reduce. NO PUEDES elegir demasiado. Por lo tanto, tu
libertad es ciertamente limitada. Tu falta de poder (del dinero en este caso) te ha quitado libertad
de elección. Y en el caso de ese trabajo odioso, no solo te quitó la libertad de elegir no trabajar en
ese empleo, sino que en varias ocasiones probablemente te quitó la libertad de expresión o la
libertad de manejar tu tiempo libre para descansar, para ver a tu familia. O peor, tu libertad para
defenderte y no ser humillado.
Creo que va quedando más clara la relación entre la libertad y el poder. Pero… ¿Cómo evitamos
entonces que alguien ejerza poder sobre nosotros?
Vamos a la contraparte del ejemplo anterior. Voy a tomar nuevamente el ejemplo de Charly, pero
ahora estará junto con su amigo multimillonario llamado Ricky. Entonces la situación se da así:
Charly: Che, Ricky. Necesito que beses mis botines.
Ricky: Vos estás loco, claro que no. Eso es humillante
Charly: Si lo hacés, te doy estos $1000 dólares.
Entonces, Ricky se queda pensando. A él no solo le parece deplorable lo que su amigo le está
pidiendo, sino que le parece una estupidez el ofrecimiento dinero. Incluso para él es una ofensa la
oferta de Charly: Ricky ya tiene miles de millones de dólares, ¿para qué quisiera él $1000 dólares
por algo que le resultaría humillante de hacer?
En este caso, si bien Charly tiene el poder del dinero, el hecho de que Ricky también tenga dinero
suficiente le permite no someterse al él. Ricky, por tener también el poder del dinero, tuvo la
capacidad de elegir no hacer algo que no quería. A Ricky, el poder del dinero le dio LIBERTAD.
Rememorando el ejemplo de ese trabajo que tanto odiaste, ¿Crees que hubieses dudado siquiera
un segundo en renunciar si tenías un buen ahorro de emergencia? ¿O si tenías tu propio
emprendimiento que te dejaba tus propias ganancias? ¿O si tenías otra oferta de trabajo bien
pagado?
Queda claro cómo al aumentar nuestro poder, nuestra libertad se potencia, porque hay más
posibilidades de elegir qué es lo que queremos hacer. Mientras más opciones tengas para elegir,
podrás ejercer mejor tu libertad. De nuevo:
El poder es libertad.
Al poderoso le resultará mucho más difícil someterte si tú también eres poderoso. Sin embargo, el
dinero no es la única forma de poder. Para ser alguien poderoso no necesariamente hay que ser
millonario porque, de hecho, funciona al revés: las personas se vuelven millonarias por ser
poderosas, no se vuelven poderosas por ser millonarias.
Existen varias formas del mismo, y esto significa nada más ni nada menos que existen diferentes
maneras en las que una persona puede someterte a ti o a cualquiera. Por lo tanto, si quieres ser
libre, es importante que conozcas los distintos aspectos en los que puedes aumentar tu poder y
librarte del poder de los demás.
Podrás encontrar más de este libro aquí: https://booknet.com/es/book/el-poder-es-libertad-por-el-ciudadano-del-mundo-b393002