Los millennials son una generación que ahorra para viajar, gana dinero en línea, se esfuerza por tener un impacto y tiene ideas locas. Luego aterrizan en un lugar donde el trabajo es repetitivo y el crecimiento lleva años. Como afirma Business Insider, esto repercute en su salud mental, ya que les hace estar deprimidos y quemados. En esta situación, es más fácil cambiar de trabajo que estar en una cultura en la que sienten que su salud se deteriora.
Desgraciadamente, suelen aterrizar en otro trabajo donde el ciclo se repite. No es una empresa o una industria la que necesita volverse amigable con los millennials, sino la cultura de las organizaciones la que necesita ser más empática con las personas. Atrás quedaron los días de la estricta antigüedad y las cabinas grises, y los edificios de cristal deben ser más abiertos a los colores.
Según PwC: “Los millennials son importantes para la mano de obra porque sus aspiraciones profesionales, actitudes sobre el trabajo y conocimiento de las nuevas tecnologías definirán la cultura del lugar de trabajo del siglo XXI”.
He estado en reuniones en las que se burlan de mí porque mi perspectiva de las cosas es de naturaleza “no seria”.
Este camino va en ambas direcciones.
También siento una brecha cultural con colegas y clientes mayores. Algunos de ellos ni siquiera intentan mantenerse sanos, comen chatarra a menudo, fuman sin sentido y dedican horas extra al trabajo para hacer retoques en una presentación de PowerPoint. En cambio, yo tengo una rutina matutina completa, como hacer ejercicio y meditar, y después del trabajo, como leer y pasar tiempo con mi familia.
Sacrificar cualquiera de las dos cosas para conseguir una estrella de oro de mi jefe es un imposible. Ninguna cantidad de dinero o reconocimiento te devolverá el tiempo que perdiste con tu familia o contigo mismo.
Como joven de 25 años, se me hace raro ver cómo se celebra en LinkedIn que las empresas promuevan la conciliación de la vida laboral y familiar dando 10 días libres más en un año. ¿Así que celebramos que las empresas traten a los trabajadores como seres humanos?
Si los directores generales quieren arreglar su problema de talento, tienen que provocar un cambio cultural en sus organizaciones. No se trata de una política de recursos humanos que sólo existe sobre el papel, sino de una iniciativa de liderazgo que debe descender por la jerarquía.
He aquí cómo pueden hacer que su lugar de trabajo sea más amigable para la generación actual.
El trabajo es una parte de nuestra vida, no nuestra vida
Te pagan por unas horas concretas a la semana, así que ¿por qué trabajas gratis exactamente?
Hace unas semanas, un novato se incorporó a mi equipo recién salido de la universidad. Le pedimos que nos diera un plazo para completar la formación inicial, y nos dijo que trabajaría en ella todo el fin de semana y la terminaría.
Si empiezas recién salido de la universidad, es comprensible que quieras estar a tope y dar lo mejor de ti. Pero las expectativas que pongas ahora son las que siempre esperarán de ti.
Por favor, no hagas de tus comienzos un infierno. Trabaja durante las horas de trabajo y luego desconecta del trabajo, porque las tareas no terminarán nunca.
Las empresas tienen que normalizar el tener una vida fuera del horario laboral.
Premiar el agotamiento no está bien
Así es como transcurrió una de mis reuniones de fin de año con un vicepresidente senior. Me dijo, “Me gustaría agradecer a Ron (nombre cambiado) que trabaje con frecuencia después de medianoche y que atienda nuestras llamadas en mitad de la noche para ponerse a trabajar inmediatamente”.
Por lo que yo y la mayoría de los millennials veremos, el consejo aquí es que Ron necesita dormir con su teléfono en silencio para tener un sueño de calidad y aprender a decir que no cuando está despierto.
Ahora, todo el mundo quiere ser apreciado por un vicepresidente senior delante de toda la vertical. ¿Qué ocurre ahora? Cada vez más gente quiere ser como Ron.
Las empresas tienen que dejar de criar más Rons.
Dejar de criar comportamientos tortuosos
La gente te pisará para subir, pero no tienes que ser tan malvado sólo porque ellos lo sean.
Este comportamiento envidioso y de apuñalamiento por la espalda está normalizado, y me di cuenta de ello cuando conseguí un gran jefe. Fue tan extremadamente amable conmigo que dudé de que fuera demasiado bueno para ser verdad. Pero ella me hizo creer en mí mismo al derrochar fe en mí más de lo que yo podía.
Ella es un caso atípico, y necesitamos más gente así. Necesitamos líderes que permitan a la gente cometer errores y aprender de ellos.
Esto está en cierto modo relacionado con el punto 1. Cuando todo lo que haces es trabajar 12 horas al día, naturalmente, tu fuente de dopamina también tiene que venir del trabajo.
A veces, es pisando los dedos de los pies de otros y viéndolos gritar de dolor.
Las empresas necesitan más líderes y menos jefes.
La recompensa y el reconocimiento son esenciales
Esto sí que es curioso.
Dicen que no vale la pena invertir en los millennials, pero también dan evaluaciones de mierda con falsas promesas de promoción el próximo año.
Yo construí mi primer trabajo sobre una premisa similar en la que me prometieron que obtendría X cantidad de aumento el próximo año si me conformaba con una compensación menor este año. Era ingenuo y no sabía que las únicas “promesas” que existen en las oficinas son los contratos.
Pagad bien a la gente por su trabajo, apreciadla de verdad y la lealtad vendrá como un subproducto.
Conclusiones
Los millennials son una generación con grandes deudas estudiantiles y trabajos mal pagados. También son una generación con Internet y mimada por la gratificación instantánea.
Los millennials pueden aportar ideas y energía al sector empresarial, pero esta generación también aprecia la celebración de la vida en lugar de sacrificarla por una jubilación segura.
Es una generación que cree en vivir el presente en lugar de guardar la diversión para el futuro.
He aquí cuatro formas en las que las organizaciones pueden ser más amables con esta generación para conseguir una situación en la que todos salgan ganando:
- Promover el equilibrio entre el trabajo y la vida privada
- No recompensar el agotamiento
- Incorporar líderes más carismáticos
- Recompensar y valorar lo que se merece
Todas las generaciones tienen mucho que aprender unas de otras, y esta generación lleva la conciencia de la salud mental en la manga y quiere priorizar el bienestar por encima de todo.
¿Adivina qué? Es hora de que todos lo prioricemos, porque el bienestar físico y mental no sólo es beneficioso para los millennials, sino para todos.
